Entre conceptos

La educomunicación como campo de estudios y de prácticas híbrido empezó a configurarse en la segunda parte del siglo XX, partir de reunir dos ámbitos antes considerados por separado: educación y comunicación.

A lo largo del tiempo se utilizaron diferentes términos (educación mediática, alfabetización informacional, alfabetización mediática y en forma más reciente alfabetización digital), según el aspecto del campo en el que estuviera puesto el énfasis.

Hacia 1992, a través de una publicación de UNICEF, “Educación para la comunicación. Manual latinoamericano”, se puede leer una definición consensuada a nivel de organismos internacionales. Allí se conceptualiza a la educomunicación como el ámbito que incluye:

(…) el conocimiento de los múltiples lenguajes y medios por los que se realiza la comunicación personal, grupal y social. Abarca también la formación del sentido crítico, inteligente, frente a los procesos comunicativos y sus mensajes para describir los valores culturales propios y la verdad (citado en Aparici, 2010).

Desde un abordaje crítico, Jorge Huergo plantea lo restricto que resulta el uso de términos como “educación para la comunicación” o “comunicación para la educación”, expresándose en ello un intento de “escolarizar la comunicación” o bien “tecnificar la educación” (2000). El término educomunicación es una alternativa posible frente a esta diferenciación.

En su desarrollo histórico, el campo reconoció diferentes recorridos, algunos de corte más tecnicista e instrumental y otros más enfocados hacia el entendimiento de los procesos comunicativos y educativos de manera horizontal, dialoguista, crítica y emancipadora.

En esta última línea, Mario Kaplún, quien desarrolló una gran trayectoria en nuestros países latinoamericanos con reflexiones pioneras desde la década del ´60, afirma que la educomunicación persigue el objetivo esencial de:

(…) potenciar a los educandos como emisores, ofreciéndoles posibilidades, estímulos y capacitación para la autogeneración de mensajes. Su principal función será, entonces, la de proveer a los grupos educandos de canales y flujos de comunicación – redes de interlocutores, próximos o distantes – para el intercambio de tales mensajes. Al mismo tiempo, continuará cumpliendo su función de proveedora de materiales de apoyo; pero concebidos ya no como meros transmisores-informadores sino como generadores de diálogo, destinados a activar el análisis, la discusión y la participación de los educandos y no a sustituirlas (Kaplún, 1998).

A tono, un pedagogo y comunicador social argentino, Daniel Prieto Castillo, nos recuerda que “el hecho educativo es profunda, esencialmente comunicacional. La relación pedagógica es en su fundamento una relación entre seres que se comunican, que interactúan, que se construyen en la interlocución” (2011).

De allí la importancia de que marcos normativos incluyan la educomunicación entre los pilares para el desarrollo social de los Estados. Así es que se encuentra integrada en marcos normativos globales como la Convención sobre los Derechos del Niño, también entre las recomendaciones del Comité de Ginebra y, a nivel nacional en Argentina, en la Ley Nacional de Educación y en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Mucho se ha caminado, mucho aun resta por andar, recordando la faz política que atraviesa el campo de la comunicación / educación, tal como señala Huergo:

“Habría que avanzar en dirección a una determinada autonomía que posibilite instituir un campo para la palabra, una palabra que libere el flujo de las representaciones, y pronuncie un mundo que no se apoya en ninguna rerepresentación ´dada´, sino que en un sueño común. Se trata de una autotomía imposible fuera de una política que sabe que no hay sociedad autónoma sin mujeres y hombres autónomas/os. (Huergo, 2000).

 

Referencias:

Aparici, R. (Coord.) (2010): Educomunicación: más allá del 2.0. Gedisa, Barcelona.

Barbas Coslado, A. (2012): “Educomunicación: desarrollo, enfoques y desafíos en un mundo interconectado” en Foro de Educación, N° 14. Disponible en: file:///C:/Users/lmore_000/Downloads/Dialnet-Educomunicacion-4184243%20(4).pdf

Huergo, J. (2000): “Comunicación/Educación: itinerarios transversales”, en: Carlos Eduardo Valderrama (ed.), Comunicación-educación: coordenadas, abordajes y travesías, Universidad Central/Siglo del Hombre, Bogotá, Colombia.

Kaplún, M. (1998): Una pedagogía de la comunicación. Ediciones de la Torre, Madrid

Prieto Castillo, D. (2011). La comunicación en la educación. La Crujía Ediciones. Argentina.

Soares, I. (2009): “Caminos de la educomunicación: utopías, confrontaciones, reconocimientos” en Nómadas, N°30. Abril. Universidad Central – Colombia. Disponible en: file:///C:/Users/lmore_000/Downloads/Dialnet-CaminosDeLaEducomunicacion-5508105.pdf